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Etología aplicada en la domesticidad. Encontrar el equilibrio con nuestros caballos

Suena bien ¿verdad? Pero…¿es tan fácil? Antiguamente los caballos tenían unas circunstancias muy distintas a las actuales y , en aquellos tiempos, eran una herramienta de trabajo para la supervivencia humana. Ya fuera trabajo en el campo, harar la tierra, etc como acompañarnos en nuestras guerras inútiles. Esos caballos no tenían elección y sus cuidados iban acordes a la facilidad de los humanos, para hacernos la vida más fácil a nosotros.

En este artículo queremos hablar sobre el equilibrio en nuestra vida actual.

Un pasado duro a nuestro lado

Como hemos comentado, anteriormente los caballos eran cuidados de maneras específicas por que cumplían con unas funciones importantes para aquel entonces…en ningún momento se valoró (y la época no ayudaba tampoco) qué cosas eran las que necesitaba un caballo para estar acorde con él mismo. Hoy en día, los caballos no son una herramienta de trabajo en nuestra sociedad, es más bien un ocio, una actividad con la cual puedes llegar a comunicarte con él desde pie a tierra o montado, pero por el simple hecho de disfrutar del tiempo a su lado.

¿Pero realmente seguimos teniendo en cuenta qué necesitan ellos?

Los avances en ciencia, en este caso sobre etología equina, nos aporta una cantidad enorme de información relacionada en cómo viven los caballos en su hábitat natural. Ahí se nos dan muchos factores que hay que tener en cuenta si queremos ofrecer a nuestro caballo la vida que merece como especie. 

Sabemos que son animales sociales, que necesitan crear vínculos con sus semejantes, moverse en grandes superfícies durante todo el día y la noche, comer de poco en poco andando,… estan hechos así. SON ASÍ.

Entonces, ¿Porqué todavía existe la idea que los caballos en boxes son felices? ¿Qué están muy tranquilos estando solos?

Ahora tenemos todo el tiempo del mundo

Tenemos la suerte de no tener que utilizarlos para ir a la guerra, ni para que nos ayuden a labrar los campos para alimentarnos.

En la época en que vivimos tenemos toda la información a nuestra mano, en nuestro mismo teléfono. ¿Por qué no trabajamos duro para devolverles lo que en su día se les quitó por necesidad?

Podríamos encontrar caballos mucho más equilibrados si sus necesidades básicas estuvieran cubiertas, y eso casualmente, también nos beneficia para nuestra relación con ellos. Realmente no tenemos nada que perder, al contrario. Saldríamos ganando, igual que ellos.

Remodelar centros, adaptar a la realidad las informaciones actuales

Muchos centros hípicos fueron construidos hace muchos años, cuando todavía no se cuestionaba nada de todo eso. Es normal que en la actualidad se vean obligados a seguir como están porque cambiar toda la estructura sea una locura…y es verdad. Es una locura muy grande pero también muy enriquecedora…

Muchos centros que ahora tienen paddocks dinámicos fueron reconvertidos a nuestra actualidad…y conlleva un gran esfuerzo sí, pero es el futuro del mundo del caballo. Los caballos deben ser caballos.

La gente cada vez más está entendiendo esto y recapacitando en cómo influyen sus decisiones personales en la vida de su compañero equino. Hay más conciencia colectiva en este aspecto. ¿A qué centro llevarlo?¿De qué manera comunicarse con él? Son todas estas preguntas que, como propietario del caballo, conlleva una responsabilidad tan grande como que influye directamente en la manera de vivir de su compañero.

¿Y durante las actividades qué?

Este también es otro tema interesante. No podemos obviar que el bienestar del caballo pasa por cómo vive y qué hace también. Es fundamental que ya que la equitación ahora es algo de ocio, sea ocio para los dos, para el binomio. El caballo debe entender almenos, por respeto, la actividad que se le ofrece hacer…

Un caballo que entiende la comunicación que se ha creado con el humano, que hay una conversación entre ambos (evidentemente no es ninguna lengua hablada), donde hay preguntas y respuestas para y por el caballo, también forma parte de su bienestar. 

En la equitación del futuro debería verse caballos que entienden perfectamente que se les está pidiendo, que no tienen resistencias, que van con movimientos fluidos, sin miedo ni estrés. Esto también es evolución. También tenemos hechos científicos que nos proporciona la etología que podemos aplicar en la equitación. Pero conlleva un esfuerzo por parte de las personas para entender de qué manera entienden y aprenden los caballos.

Poco a poco vamos evolucionando, pero falta mucho aún por hacer. El bienestar del caballo es algo completo, de todo lo que le rodea, todo su entorno. Y esto debería estar en equilibrio. Solo así podrá sentirse en libertad, con respeto y armonía.